La originalidad consiste en el retorno al origen; así pues, original es aquello que vuelve a la simplicidad de las primeras soluciones. Antoni Gaudí
Nuestro verdadero origen es la luz, el amplio espectro vibracional contenido en un rayo solar, colores, olores, sonidos… Nuestros instintos terrenales captan estas frecuencias y las traducen en forma y materia, dan vida, movimiento, pensamiento y consciencia al ser humano para realizar la magia del cielo en la tierra.
Liberar la verdad de lo que realmente somos nos ayuda a recordar nuestra herencia ancestral, de donde venimos y quienes somos, ya que en nosotros está contenido todo el conocimiento de las generaciones que nos precedieron, haciendo honor a la frase “nuestros abuelos viven en nosotros”.
La energía Dragón despierta el canal de conexión con la memoria cósmica, llevándote de nuevo al origen, a tu nacimiento, donde la mente no interfería la conciencia de ser. Recordar la infancia nos llena de alegría y felicidad porque nos traslada a los momentos más tiernos y divertidos, pero también conectamos con las situaciones donde justamente sentíamos la perdida de esos sentimientos, precisamente para que seamos capaces de comprenderlos y liberarlos.
Hoy es un buen día para sentir todas esas sensaciones, las positivas y las negativas para entender de donde provenían, que las nutría o generaba y de que manera han quedado grabadas en nuestra memoria. Si hoy en las cosas que haces, dices o piensas te sientes identificado con circunstancias, momentos o actitudes de tu infancia, no las obvies, obsérvate bien en ese espejo que te ofrece el ahora. Ser consciente de ello es lo que necesitas para recuperar a tu niño interior.
Cuando entiendas como has ido complicándote la vida, verás que en la simplicidad, en lo sencillo todo es mas fácil y ligero. Así hoy nos liberamos de todo lo que envuelve el núcleo que nos atormenta, nos duele o nos complica la existencia y nos centramos en recuperar los movimientos originales de nuestro ser.